Él, sin previo aviso, me tiró hacia un lado, y entró sin el consentimiento de nadie. Después habló:

-¿Quién sois? ¿Que queréis de mi?-Le pregunte asustada
-Venid conmigo, y os lo contaré todo- Me comentó.
Partimos en un barco, de físico extraño para mí, este era viejo y muy tenebroso. A cada paso que daba, el suelo crujía cada vez con mas intensidad, y yo, al lado de ese extraño hombre, temía mas de que eso no fuera un sueño, si no que fuera real. De pronto vi a un fénix sobrevolar el barco, el hombre me tiró al suelo:
-¡Cuidado! Seguramente sea un espía.-Me advirtió él.
-¡O no! ¡Vuelve hacia aquí!-Chillé yo atemorizada.
De pronto…
-¡Ah!-Exclamé.
Me di cuenta de que todo fue una espantosa pesadilla, de esas que se tienen el día de Halloween, y me dije:
“NUNCA MAS VERÉ PELÍCULAS DE TERROR”
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